Cuidado Dental > Higiene
¿Cómo Cepillarse los Dientes?
La importancia del equilibrio entre técnica y regularidad
Una correcta higiene bucal, requiere que cepilles tus dientes en sus caras externas e internas y en
las superficies de masticación, durante no menos de 2 minutos. Es aconsejable que lleves a cabo el
cepillado cada mañana al levantarte, por la noche antes de acostarte y durante el día después de cada
comida.
Colocá el cepillo en el borde de la encía con una inclinación de 45º y deslizalo, efectuando un
movimiento circular de barrido vertical, hacia el lado opuesto, es decir, hacia arriba o hacia
abajo, según se estén cepillando los dientes superiores o los inferiores.
Llevá a cabo el mismo procedimiento para cepillar tanto la cara externa como la interna de
todos los dientes.
Para cepillar las superficies interiores de los dientes anteriores (incisivos y caninos), colocá el
cepillo en posición vertical, levemente inclinado, y efectuá movimientos hacia arriba y hacia
abajo.
El cepillado de la superficie de masticación de los dientes posteriores (molares y pre
molares) requiere de un especial cuidado y atención, ya que resulta ser una superficie cuyas
irregularidades, propias de su función, la convierten en una zona especialmente propensa a la
acumulación de placa bacteriana. Para removerla eficazmente, debés colocar el cepillo con las
cerdas perpendiculares al área de las piezas dentarias -sean superiores o inferiores- que entra
en contacto con los alimentos al momento de la masticación y efectuar movimientos cortos
hacia adelante y hacia atrás.
Para completar tu higiene bucal, es necesario cepillar la lengua desde atrás hacia adelante, el
paladar y la cara interna de las mejillas, ya que esto, además de eliminar la placa que allí se
aloje, te ayudará a combatir el mal aliento.
Al cepillarte los dientes, evitá los movimientos horizontales, ya que éstos, lejos de hacer desprender la placa bacteriana, la esparcirán sobre toda la dentadura.
No olvides efectuar siempre movimientos cortos y suaves, puesto que un cepillado enérgico puede dañar el esmalte dental e irritar las encías.
Al finalizar el cepillado, asegurate de higienizar correctamente tu cepillo, debido a que muchas de las bacterias que hayas removido de tu boca habrán quedado alojadas en las cerdas.
Es aconsejable complementar el cepillado con hilo dental y enjuague bucal.
Ante la menor duda acerca de cómo cepillar tus dientes, no dejes de consultar a tu odontólogo.